sábado, 24 de septiembre de 2022

LENGUAJE DIPLOMÁTICO EN NEGOCIACIÓN Y MEDIACIÓN:

POR: MANUEL SÁNCHEZ A.

 

Al   compartir un interesante modulo sobre el valor de la comunicación frente a la resolución alternativa de conflicto, ofrecido en el año 2008, por la profesora proveniente de Argentina, María Angélica Zarate, pudimos compartir una serie de conocimientos útiles para la actividad mediadora. En ese sentido pudimos validar que la comunicación constituye un elemento relevante, potenciador de los escenarios de negociación encaminado al uso pertinente del lenguaje, esa herramienta valiosa que debe observar el interlocutor ya sea este negociador o mediador, cuyo uso dependerá del contexto, situación o vivencia en la cual le corresponda intervenir.

 

Comparando el ser con el deber ser, vemos que en la cultura de la negociación en Panamá y Latino América se a asumido como herramienta de negociación de las partes e inclusive de entes mediadores, la cultura del ultimátum, es decir “lo tomas o lo dejas”, esto lo hemos podido palpar en una serie de negociaciones del que hacer nacional e internacional. Este tipo de postura dificulta el logro de consensos que propicien acuerdos con resultado “ganar- ganar”, los cuales deben sustentarse en claros criterios objetivos, los intereses y necesidades de las partes y una visión de futuro e interdependencia.

 

El uso del lenguaje público del negociador, a mi modo de ver, se asimila al de un diplomático, aunque con un sentido más constructivo, Voltaire aquel gran filósofo francés precisaba una aproximación de lo que debe ser el lenguaje del diplomático frente a la expresión e interpretación de sus palabras, las cuales deben mostrar un sentido esperanzador y creativo, que opaque la litigiosidad propia de intereses percibidos en contraposición. Así por ejemplo establecía que cuando un diplomático decía sí quería decir quizás, cuando decía quizás, probablemente quería decir que no, pero cuando decía no, entonces dejaba de ser un diplomático. Aún en las situaciones más extremas que puedan alcanzar el epicentro de un conflicto, el negociador debe impulsar con su verbo la búsqueda creativa de alternativas.

 

En una negociación y más aún cuando están en juegos intereses de la colectividad el dialogo diplomático es una herramienta de utilidad, es precisamente este el tipo de manejo que esperamos de las personas que intervienen en una negociación o mediación , que legitimen su visión de negociador o mediador un lenguaje que suprima los ultimátum y los absolutos (nunca, siempre, jamás, etc.), cuando este tipo de dialogo desaparece empiezan a surgir las soluciones colaborativas y visionarias que propician una paz social duradera.

 

Parafraseando a Einstein, Lo único que es más importante que el conocimiento es la imaginación creativa. 

El autor es mediador..... 

MANUEL SÁNCHEZ A le recomienda este artículo versión actualizada del  artículo publicado en la Estrella de Panamá Online.